web analytics

Temporada de brujas

Comparte la noticia

Estos últimos días he tenido la oportunidad de reflexionar sobre la iglesia post COVID-19.

Es verdad que todos como personas vamos a tener que volver a readaptarnos y que hay cosas que llegaron para quedarse.

Algunas buenas, como puede llegar a ser el teletrabajo y otras no tan buenas que intentaremos superar, como el sedentarismo o cualquier tipo de secuela psicológica producida por varios factores.

Es que la cuarentena, el estar encerrados, el exceso de consumo de redes sociales (o casi antisociales hoy por hoy) fake news, restricciones, pérdidas de empleos, no poder pagar las cuentas y desgraciadamente para muchas personas la pérdida de un ser amado, no saber gestionar todas esas situaciones y emociones, pueden dejar secuelas difíciles de superar, todo esto sin sumar los afanes cotidianos que pueda tener cada persona.

Desde mi experiencia personal puedo decir que vi cómo las redes sociales se volvían algo tóxico para muchas personas. Demasiado tiempo libre, demasiado ocio, demasiadas preocupaciones y una red social como Facebook en la que todos somos expertos profesionales en opinar son una mala combinación.

¿Qué tiene que ver todo esto con la iglesia post COVID-19? Pues que la iglesia somos nosotros, entonces hoy por hoy la iglesia está compuesta por gente rota. No toda, algunos más, algunos menos, otros nada gracias a Dios, aunque no conozco a nadie así.

Tenemos que entender que todos en mayor o menor medida hemos sido afectados y es aquí cuando más debemos ser misericordiosos como nuestro Padre, porque tenemos dos problemas, el primero, que nos gusta opinar de todo (producto del único medio de comunicación que tuvimos a nuestra disposición) y el segundo:

La auto compasión

Tengo un problema personal con esta señora que se llama auto compasión, porque es ciegamente egoísta, arruina relaciones, destruye sueños y estanca a las personas.

Tal vez recuerdes que en uno de mis artículos anteriores te hablé sobre las cosas que se infiltraban en la iglesia. Hablé de la ofensa y de no tomar la ofensa y hoy quiero agregar la auto compasión porque he visto que ante el recurso número uno para resolver problemas (la comunicación) se presenta esta señora dando unos muy buenos argumentos del por qué ofende o se ofende.

Es importante saber que tu dolor o sufrimiento nunca se va a poder comparar con el de otra persona, pero tampoco podemos superponer nuestro dolor por encima de los demás.

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar” Eclesiastés 3:1-4

Si, hemos llorado, pero Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” Mateo 5:4

¿Que son las brujas?

Son todas esas cosas que uno tiene que estar chequeando en su corazón que le son ocasión de caer. Hemos hablado de alguna de ellas como la ofensa o la auto compasión. Quiero invitarte a reflexionar tu situación post COVID-19 y que le pidas a Dios que te muestre aquellas cosas que sin darte cuenta pueden haberse convertido en parte de tu vida pero que no le agradan.

Así que mi querido hermano, estamos en plena temporada de brujas. ¡Feliz cacería!


Comparte la noticia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *