web analytics

La recompensa que no sabías que necesitabas

Comparte la noticia

Puedo decir que he pasado por algunas largas pruebas. ¿Cuánto de largas? Algunas de hasta más de 10 años. Pruebas resultantes de mis oraciones peligrosas.

Cuando hablas con la gente sobre tu situación te dicen palabras que muchas veces funcionan más como recordatorios que otra cosa. “Dios está contigo” “No pierdas la fe” “Falta poco” “Ya viene el tiempo de la cosecha”. Tomemos las positivas porque siempre está el que te dice que te falta fe o que lo que vives es consecuencia de algún pecado.

Hace poco me dijeron “lamentamos todo lo que has pasado y no haber estado más pendientes de tu situación” a lo que respondí que no había nada que lamentar porque todo el proceso de la prueba me ayudó a crecer, todo lo que viví (y aún vivo) tenía que pasar y cuanto más grande la prueba mayor la recompensa.

La recompensa

Suele ocurrir que muchas veces esperamos una recompensa en especial y lloramos y oramos pidiendo que llegue ya eso que estamos esperando, pero recuerda que si has hecho una oración peligrosa (y seguramente la has hecho) y le has dado a Dios la autorización para que haga lo que tenga que hacer, para que trabaje en tu corazón, para que te lleve a donde debes estar, si has dicho “heme aquí” probablemente la recompensa no será lo que esperas, sino lo que necesitas para llegar allí.

He tenido la oportunidad de reflexionar cuando me han querido consolar y preguntarme a mí misma: ¿No será qué estoy esperando algo específico y en realidad Dios me tenía otra cosa mejor preparada? ¿Y si la recompensa ya la tengo?

Es importante no confundir, no estoy hablando de una oración específica por algo o alguna siembra que estés esperando cosechar. No es lo mismo. Estoy hablando del botín por la batalla ganada.

Te voy a dar un tip que te puede servir mucho: no esperes una recompensa específica, pídela. Si no le pones nombre a tu recompensa Dios te dará lo que necesitas, pero Él es tan bueno, tan bueno que es capaz de no solo darte lo que necesitas sino también lo que quieres.

No le pongas límites a Dios porque Él siempre te dará lo mejor, aunque a veces no parezca.

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Mateo 7:11


Comparte la noticia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *