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Creencias que limitan tu crecimiento

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Seguro que en más de una ocasión, habrás escuchado hablar sobre las creencias que limitan al ser humano en el alcance de sus sueños, lograr aquello que tanto anhelan, o desarrollar ese gran capital que lleva dentro.

¿Qué es lo que sucede?

Que muchas veces la percepción que tenemos de nuestras capacidades, habilidades o talento, se ve opacada por los ruidos externos; que son esas voces que nos señalaron en el pasado, como inútiles, tontos e incapaces de lograr algo; o peor aún, incluso, ya de adultos, nos continúan señalando y haciéndonos creer algo que en realidad no somos. Sin embargo, hemos dado cabida a esos ruidos, que no son más que gritos silenciosos, inundados de dolor o de personas que no se sintieron capaces de luchar por lo que querían, que fracasaron en el intento, y se quedaron ahí empantanados esperando que nosotros también participemos de su frustración en ese estado de confort o conmiseración (pobre de mí, jamás conseguiré lo que quiero).  ¡Y adivina que! Muchas veces hemos aceptado la invitación al pantano, sin rechistar; y hay quienes siguen creyendo que es el único sitio que se merecen.

En una de mis consultas, un paciente que lo llamaré Joaqui (nombre ficticio) De niño vivió el rechazo de su padre. Es el menor de tres hermanos, sus padres esperaban con mucha ilusión que el tercer embarazo, les hiciera llegar a esa niña tan deseada por ambos. Pero, llego Joaquín, a formar el trio de hermanitos.

Su padre muy decepcionado, le cogió tema al niño, y le trataba bastante mal, le decía que él no era deseado, que en su lugar hubiese querido una niña, le llamaba tonto, inútil, le comparaba con sus hermanos, por supuesto Joaquín salía perdiendo ante dicha comparación y que quizás, hubiese sido mejor que no naciera.

Joaquín jamás ha recibido un abrazo, o reconocimiento de su padre, en la celebración de su cumpleaños, se ausentaba. Hasta el día de hoy, me comentó Joaquín, no he escuchado un “te quiero hijo, estoy orgulloso de ti…” algo que obviamente le duele hondo.

Con apoyo económico de su madre y su abuelo paterno, logro terminar su carrera de marketing  digital, ejerció sus prácticas en el 2012 en una empresa que le ofrecía quedarse trabajando, con un jugoso salario; pero rechazo el puesto, porque sentía que no sería capaz de cumplir los requerimientos y demandas de la empresa; aunque la misma, veía en el un gran talento en el marketing. Desde esa fecha hasta hoy, Joaquín trabaja de dependiente en un supermercado; continua sintiéndose incapaz de ejercer en lo suyo, y se ha quedado ahí, en su estado de confort.  Aunque un trabajo digno sin lugar a dudas.

Y es que la voz de su padre, llamándole inútil, tonto, bueno para nada…sigue haciendo eco en su mente.

Efecto Pigmalión

Las creencias que has interiorizado de ti mismo/a durante mucho tiempo, es el resultado que vas a obtener, lo cual confirma tu teoría ¡No soy capaz de hacerlo!

Sin embargo, date cuenta de que lo que estas percibiendo es producto de las experiencias que has vivido, o lo que te han dicho; pero, te has parado a pensar, ¿qué pasaría si lo intentas de nuevo? o ¿si te atreves hacer aquello que deseas alcanzar? esta vez desde la realidad actual, no la que viviste. Estas en otro momento, en otro lugar, conoces otra gente que cree en ti, te has formado para eso, eres capaz, ¡puedes hacerlo!

  • Atrévete a cambiar ese trabajo que asfixia y buscar otras oportunidades
  • Para ya de machacarte tanto con el ¡no puedo! ¡no lo voy a conseguir! en cambio, empieza a ver en ti a esa persona valiosa, que es capaz de sobreponerse a un simple “no”, hasta encontrar un “si”
  • Lucha por esa relación que vale la pena, y que por miedo estás pensando en dejar ir.
  • Ten el valor de poder decir NO, sin culpa o miedo a que tus amistades o círculo cercano se enfaden o se alejen de ti.
  • Estudia eso que siempre has querido y que te sentias incapaz de sacar ¡a por ello!

¿Cómo lo hago?

Identifica cuál es la creencia que te está limitando para determinarte a cambiarla. Puede que sea eso que repites con frecuencia en tu vida. El habito de involucrarte en relaciones que siempre te acaban lastimando.

Sustituye esa creencia que te paraliza, por una que te haga avanzar. (Siento miedo, pero en realidad no están difícil; buscare la estrategia para conseguirlo ¡me he preparado para esto!)

Escuchate más a ti mismo/a, y haz oídos sordos a los ruidos externos. Siempre habrá gente negativa que querrá boicotear tus logros, tu sigue tu camino, y si te caes, te sacudes y continuas…Lo vas a lograr.

confía en que Dios te ha dado dones y talentos para que los desarrolles y los hagas crecer. Y si Él te los dio, Él te respaldara. Te conoce mejor que ninguno, y sabe de qué madera estas hecho/a. Adelante!

¡Además, recuerda que Dios nos ha dotado de un espíritu de Poder y de dominio Propio!

Karla Mayorga

Psicóloga Familiar y de pareja

Coach de Desarrollo Personal y Liderazgo

Mayorgakar76@gmail.com


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Un comentario sobre «Creencias que limitan tu crecimiento»

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