A menudo decimos que anhelamos más intimidad con nuestra pareja, pero somos incapaces de darla. Podemos decir que queremos cercanía pero estar completamente desconcertados sobre cómo obtenerla.
Estas palabras pueden parecerte una locura. Después de todo, le pides a tu pareja que pase más tiempo hablando contigo. Te has enfrentado, te has quejado y te has convencido de que estás haciendo todo lo humanamente posible para crear una conexión más estrecha. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto.
Puede que no estés tan disponible para la intimidad como crees.
Por ejemplo, la relación de Charles y Debora.
“Siempre he querido tener una relación más estrecha con mi marido”, afirma Debora. “Pero, su trabajo siempre fue lo primero. Luego, su relación con sus compañeros, y yo quedaba en tercer lugar”.
“Eso no es cierto”, se defendió Charles. “No quiero una relación con mi trabajo ni con mis compañeros como la que quiero contigo. Parece que siempre estamos peleando. Siempre hay algo entre nosotros”.
“No tiene por qué ser así”, continuó ella. “Todavía podemos pasar un buen rato juntos”.
“Pero no lo hacemos”, dijo él. “Siempre hay conflicto. Quiero paz y armonía y si tuviera eso, podría relajarme contigo”.
“Pero hay temas de los que tenemos que hablar”, dijo ella. “Si pudiéramos resolverlos, podríamos pasar más tiempo de calidad juntos”.
“Siempre hay algo”, dijo él con sorna.
“Sospecho que los dos tenéis razón”, dije. “Sospecho que ambos sentís el muro que os separa. Si sois como las otras parejas a las que he aconsejado, queréis acercaros pero no sabéis cómo hacerlo, sobre todo si hay temas que tratar.”
Claramente, Charles y Debora querían acercarse pero tenían asuntos pendientes entre ellos que creaban barreras invisibles. Además, descubrí que ambos no sabían ni siquiera cómo conseguir la cercanía que querían: no tenían un plan claro para la intimidad.
La Escritura nos dice: “Donde no hay visión, el pueblo perece” (Proverbios 29:18). Ciertamente, esto es cierto en el matrimonio.
Si Carlos y Débora quieren intimidad pero se están saboteando a sí mismos, ¿cuáles son algunos pasos que pueden dar para comenzar a aumentar su intimidad?
En primer lugar, exponer claramente su propósito. Nunca alcanzaremos nuestros objetivos si no tenemos unas intenciones claras. Esto puede ser tan sencillo como mirar a tu pareja y decirle que quieres sentirte y estar más cerca de ella. Quieres ser más vulnerable con ellos y pasar más tiempo de calidad compartiendo tu corazón con ellos y ellos compartiendo su corazón contigo.
En segundo lugar, desarrolle un plan paso a paso, con orientación, para establecer la intimidad. Nunca lograrás ningún objetivo sin un plan claro. Puedes encontrar excelentes guías paso a paso para ayudarte, encontrar valiosas Escrituras e incluso encontrar un consejero de confianza que te ayude a desarrollar y seguir un plan.
En tercer lugar, asegúrese de que su corazón está claro y limpio hacia su pareja. Tómese el tiempo necesario para asegurarse de que su corazón está bien con su pareja. Asegúrate de que estás en un espacio emocional suave, amable y generoso para ofrecerte a tu pareja. Incluso si hay problemas que resolver, asegúrate de que tus intenciones son puras.
En cuarto lugar, elimina el resentimiento y las barreras emocionales. Elimine las barreras emocionales que existen entre los dos. Es probable que esto requiera la orientación de un experto para descubrir los resentimientos no expresados. Debes tener un corazón cariñoso y generoso, así como un sentimiento de seguridad, para acercarte a tu pareja.
Por último, bañe todas sus acciones en la oración. Todas las acciones e intenciones deben estar bañadas en la oración. Pregunta al Señor dónde puedes tener resentimientos ocultos. Descubre las barreras que quizás no conozcas, en ti mismo o en tu pareja, y busca la sanidad de las mismas. Luego, avancen. Disfrutad el uno del otro y de la intimidad para la que hemos sido diseñados en nuestro matrimonio.
Autor: Dr. David B Hawkins