web analytics

Cómo diferenciar tu alma de tu espíritu

Comparte la noticia

Espíritu redimido

Nuestro espíritu fue redimido cuando aceptamos a Jesús como Salvador y Señor. Nuestra alma está en proceso de ser redimida porque todavía está bajo la influencia del pecado. El pecado no tiene más poder sobre nosotros a menos que decidamos ceder ante él. Nuestra alma continúa gobernando nuestras vidas a través de nuestros pensamientos, sentimientos y voluntad. Tenemos que someternos al Espíritu Santo que vive en nuestro espíritu. Entonces, ¿Cómo diferenciamos entre espíritu y alma?

Cuando lo hacemos, llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Esto debe ser guiado por el Espíritu y para caminar en el Espíritu. Estuvimos tan acostumbrados a nuestra vida del alma que esto es lo único que experimentamos desde que nacimos. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando nacimos de nuevo. Nuestro espíritu experimentó un nuevo nacimiento y ahora tenemos que elegir entre caminar según el Espíritu o según las exigencias de nuestra alma.

Alma y espíritu

Nuestra alma está influenciada por el mundo, el diablo y nuestros sentidos. Nuestros sentidos son propensos a recibir del mundo y del diablo porque no hemos sido completamente redimidos. Tenemos que pasar por el proceso de santificación de nuestra alma hasta que sea completamente redimida. Este es un proceso que dura toda la vida. Incluso Pablo, al final de su vida, dijo que él es el mayor de los pecadores (1 Tim. 1:15). Si no fuera por la gracia de Dios, ninguno de nosotros sería apto para el cielo. Por eso Jesús vino a ser el sacrificio perfecto por nosotros para que heredemos la vida eterna. Nuestra alma siempre busca complacerse a sí misma. Necesitamos transformarnos renovando nuestras mentes.

Espíritu

Nuestro espíritu es redimido y tiene acceso al Espíritu Santo. Ahora tenemos que leer y meditar en la palabra de Dios para ser transformados de nuestros viejos caminos a los caminos del Señor. La Biblia es la palabra inspirada e infalible de Dios. Nuestro espíritu influirá en nuestra alma y elegirá caminar de acuerdo con la palabra de Dios. Amaremos su palabra porque nos nutre y edifica. Y desaprendemos nuestras viejas formas y adoptamos nuevas formas de hacer las cosas. Aprendemos a amarnos a nosotros mismos y a nuestro prójimo.

Este es un proceso de reprogramación. No sucede automáticamente cuando nacemos de nuevo. Tenemos que entrenarnos para ser servidores dignos que eligen entre el bien y el mal. Muchos malinterpretan Su palabra y se comprometen. La palabra de Dios es la verdad absoluta. Cuando elegimos seguirlo, nos volvemos como Él y haremos Sus obras.

Fuente: godtv.com


Comparte la noticia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *