RUSIA.- Un misionero soporta el intenso frío y las dificultades del viaje, para llevar el Evangelio a lugares más lejanos de Siberia, así, las tribus nómadas puedan conocer a Cristo.
Peter Khudi, es un misionero cristiano que está comprometido con cumplir la ordenanza de Jesús en Hechos 1:8, que dice que todos los cristianos prediquen el Evangelio hasta los confines de la tierra.
Khudi viaja a la región de Yamal en el norte de Siberia, considerada como el “fin del mundo“, donde la temperatura llega entre menos 30 y 60º. El sol brilla solo unas horas en el invierno. Cuando sale, cerca del mediodía, el amanecer es algo digno de admirar.
Peter Khudi pertenece a la mayor tribu nómada llamada los Nenets. Es más que un simple guía, él es cristiano, y durante los últimos años ha estado compartiendo el Evangelio de Jesús con su tribu y otros que viven en la tundra siberiana.
“Cuando me hice cristiano Dios me dio un nuevo corazón. También me dio un nuevo corazón para mi gente. Salgo en mi moto de nieve a visitar a las familias nómadas y contarles del amor de Cristo“, afirma.
“No hay caminos aquí. La gente usa lagos y ríos congelados para moverse en renos o motos de nieve”.
Fuente: Acontecercristiano