La extraordinaria historia de la liberación de un joven que intentó quitarse la vida no una, ni dos, ni tres, sino trece veces, está dando esperanza a los jóvenes que luchan contra graves adicciones a las drogas en todo el mundo.
Stu vivió una vida de adicción a drogas duras como la heroína, e incluso después de sufrir 13 sobredosis, Dios le salvó la vida todas las veces.
Lo intentó todo, pero nada le funcionó, hasta que probó el amor de Jesucristo.
Stu dice que probó todas las drogas del mundo para sentirse mejor de su depresión, pero nada pudo satisfacerlo.
Cuando cumplió 18 y 19 años empezó a consumir heroína todos los días y un día sus padres encontraron un montón de agujas tiradas por todas partes y se molestaron porque estaba consumiendo drogas de nuevo y dijeron que había provocado una emergencia.
Toda la familia gritaba “Vamos a meter a Stu en rehabilitación otra vez” y él decidió morir por exceso de consumo por lo que tuvo que reducir su intolerancia y les dijo a sus padres que quería entrar en rehabilitación.
Después de la rehabilitación, fue directamente al trabajo de su padre y luego le dijo que iba a salir a fumar un cigarrillo y fue directamente al traficante para conseguir una dosis letal y fue a la casa y se inyectó y sintió que todo se desvanecía.
Se despertó con la visión borrosa y ahí fue donde tuvo una visión de un ángel que se cernía sobre su cama forzando el aire en sus pulmones y esa fue la primera vez que aceptó que tenía que eliminar la adicción de su vida.
Su padre, Jeremy Rothon, habla de “confiar en el Señor con todo el corazón” y dice que no somos capaces de lidiar con las cosas como humanos, y que el único camino es a través de Cristo.
Kate Campbell, su hermana, dice que nunca quiso renunciar a su hermano y que estaba convencida de que Dios lo salvaría.
Stu dice que fue a nueve centros de rehabilitación 13 veces y que su corazón se detuvo 6 veces. Dice que nadie que haya consumido heroína ha sobrevivido.
Fue a una granja donde había gente de la cárcel y de los centros de rehabilitación y fue allí donde entregó su vida a Jesús, dice que le dijo “toma mi vida inútil” y fue duro porque hasta ahora llevaba la carga de su vida.
Tomaba medicamentos antipsicóticos, antidepresivos, dejó de tomar pastillas y desde entonces es verdaderamente libre. Ahora está libre de la adicción a la heroína desde hace 3 años y está muy felizmente casado.
Dice que todas las mentiras en su cabeza nunca le permitieron confiar en Dios y dice que Dios es demasiado bueno y demasiado grande para él. Dice que cuando estaba en rehabilitación, su hermana le escribió Gálatas 2: 20 en el brazo y eso fue tan profundo que se hizo realidad en su vida.
Gálatas 2: 20 “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne la vivo por la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
Stu dijo que fue fácil entregar su vida a Jesús porque estaba llevando una carga, hoy si estás en un lugar así o incluso peor, solo debes saber que Dios es capaz de rescatarte de lo que sea que estés enfrentando y puede prepararte como Stu.
Fuente: FaithPot