«Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios». (Éxodo 20:12)
Las primeras cuatro Palabras definen cómo Dios quiere que le mostremos amor. Esta quinta Palabra comienza una serie de seis Palabras que nos muestran cómo amar a otras personas, comenzando desde nuestros primeros años en la familia.
De alguna manera, esta Palabra conecta las dos secciones, ya que Dios se revela a Sí mismo como nuestro Padre amoroso y ningún padre merece tanto honor como nuestro Padre celestial. Sin embargo, ¡esto no siempre sucede! Dios señaló este problema demasiado común en Malaquías 1:6: «El hijo honra a su padre y el siervo, a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y, si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe?».
Esta quinta Palabra nos muestra cómo aprender el respeto y el honor en el entorno familiar nos ayuda a prepararnos para mostrar honor a nuestro Padre supremo. Todo comienza en casa y la familia es el primer lugar para practicar cómo tomar decisiones correctas y administrar bien nuestros recursos. Nuestros padres se parecen al Creador, en la medida en que fueron socios de Dios en la creación del niño. Honrar a padre y madre abre un canal para la bendición continua de Dios.
Curiosamente, este es el primer mandamiento que conlleva una promesa: «para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios» (Éxodo 20:12). Las bendiciones y el bienestar de Dios provienen de honrar a quienes tienen autoridad sobre nosotros. Pedro dice: «Someteos, por causa del Señor, a toda autoridad humana…». (1 Pedro 2:13)
Dios nos llama explícitamente a honrar a nuestros padres porque la familia es el fundamento de la sociedad humana. La necesidad de honrar a las autoridades no es consecuencia de la caída; más bien, el mandato de obedecer a los que están sobre nosotros refleja la forma en que Dios ha ordenado su universo. Si los hijos no honran a sus padres, todas las demás autoridades terrenales se derrumbarán. Esto sucede todos los días en hogares donde los niños no están obligados a obedecer a sus padres y en hogares donde los padres están ausentes. Se ejerce una presión insoportable sobre las autoridades locales y el gobierno.
Las familias donde hay una disciplina constante y se anima a los niños a amar y respetar a ambos padres tienden a producir individuos que son miembros productivos y respetuosos con la ley. Como ha dicho un comentarista, las culturas que no fomentan la obediencia a las autoridades adecuadas siembran las semillas de su propia destrucción. El mandato de honrar al padre y a la madre conlleva la implicación más amplia de someterse al empleador, a los funcionarios gubernamentales y a cualquier otra autoridad debidamente instituida.
Recuerda que nos apoyamos en las generaciones anteriores que nos han precedido. Hemos compartido, directa o indirectamente, el desarrollo de nuestra cultura y la oportunidad que nos brinda como individuos. Aquellos que nos han precedido, gobernantes, padres, maestros, entrenadores, soldados o empleados, nos han proporcionado buenas leyes, una educación universitaria o un lugar de trabajo limpio. Todos han invertido en nosotros. Es para nuestro beneficio honrar esa inversión y aprovechar plenamente la sabiduría y la experiencia de quienes tienen mayor experiencia.
Busca el consejo de personas con más experiencia que tú. Cuando nos enfrentamos a una decisión importante, podemos recibir sabios consejos que pueden ayudarnos a evitar errores y elegir sabiamente.
La palabra hebrea original para honor es kavod, que significa gravoso, pesado. En esta Palabra, el honor significa la mayor importancia de mantener un acuerdo o cumplir una obligación. Honramos a las personas porque honramos a Dios.
El honor es la idea de un vínculo entre un individuo y una sociedad como una cualidad de una persona que se manifiesta como un código de conducta, que se manifiesta en valores como la honestidad, la confiabilidad, la compasión y la veracidad.
Honrar a las personas significa mantener nuestra palabra, hacer lo que prometemos y pagar lo que debemos. Significa producir una declaración de impuestos honesta y no engañar a nuestro empleador.
Practicar el honor para con todos abre una ventana para la bendición de Dios, «para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios» (Éxodo 20:12). ¡Esta es una tierra de riqueza, alegría y júbilo!
¿Estamos tomando las decisiones correctas?
Esta Palabra #5 nos anima a buscar formas de honrar a los demás siendo honestos y veraces en todos nuestros tratos, respetando y utilizando la experiencia de aquellos que nos han precedido.
Autor: Moisés Contreras – Responsable del área de economía y mayordomía financiera de Tres-e