Cualquiera de mis amigos y mi familia lo saben: Ni soy judío ni amante de la música hebrea. Paul Wilbur y compañía no son mis estilos favoritos, aunque reconozco sus bonitas letras.
Como digo, no tiene nada que ver con las canciones o las letras, simplemente no entran en mi gusto auditivo. El ritmo 3/4 me encanta en el flamenco, pero poco más ;-). Sin embargo esta joya llegó a mis manos hace un tiempo y quiero compartirla
Esta canción es una declaración poderosa de quien es Dios para todos nosotros. Es una de las pocas canciones en las que pueden cantar a la vez judíos ortodoxos, mesiánicos, católicos, evangélicos, protestantes, ortodoxos, armenios y coptos. Con canciones así me puedo imaginar como será el cielo cuando canciones como ésta se canten